Fue una noche de octubre, cuando ella dio su ultimo grito, su ultimo suspiro, su ultimo adiós, tirada en el piso de su aposento diario, (su baño) Recordaba los días de plenitud, de vida intensa, de aventuras, de sueños rotos, corazones destruidos, malas y buenas experiencias (errores) que la llevaron donde se encontraba.
Sin hablar solo se limito a llorar, azotando la mismísima pared que la rodeaba, escupiendo las entrañas de su alma, llamando a los demonios… Esperando el eclipse final.
(Sonó la puerta de la habitación)
- Emily, te encuentras bien?
Una voz de madre que vociferaba preocupación.
-Emily…
Sin respuesta.
Ya con voz desesperada grito:
-Emily abre la puerta, Emily!
Ella haciendo caso omiso a los llamados de su tan angustiada madre, cerro los ojos y imagino un mundo distorsionado, un jardín grande verde y tranquilo, imagino arboles tan altos que tocaban los pies del cielo, una faz sin humanos ,solo ella, sueños como aves volando de lado a lado, Imagino la muerte.
Y así con un abrir de ojos deseo estar allí, tomando una pequeña pero muy mortal cuchilla que se deslizaba por su brazo, antebrazo y muñeca rompió las cadenas .Un lago rojo inundo la habitación, ya muy fría y sin vida, se encontraba allí, tirada en el suelo de su baño.
De nuevo su madre grito:
-Emily, Emily EMILY! Noooooooo!
Una lagrima rodo por su majilla y callo, fue entonces cuando comprendió que su hija había ya dejado atrás este fracasado pútrido e infame mundo.
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