13 de mayo de 2011

Carreteras


Mientras los viajeros recorrían los andares,
rascacielos naturales se alzaban sobre ellos,
eran tierras lejanas donde se encontraban
sin embargo no había preocupación sobre ello solo ganas de aventurar.

Día a día se encontraban sumidos en lo que muchos llamaban "La obra de Dios"
ante sus ojos pasaban formas tanto hechas por el hombre,
como de la mismísima naturaleza.

Muchos colores danzaban a su alrededor y ellos se sumaban al baile,
las inmensidades del terreno los enamoraban cada vez mas,
las llanuras que parecian sacadas de un cuadro de Dali los hacia estremecer,
lo que mas les cautivaba era lo acobijador que se sentía la libertad de ir donde quisieran.


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