27 de abril de 2011

Una humilde historia escrita para ella


Cuando la vi llegar tan curiosa y delicada esa lluviosa tarde de abril, mis ojos se desbordaron como un baso que gota a gota se llena, juro que tarde mas de un minuto en asimilar si eso era real, tenerla de sorpresa, tenerla con migo y sin ninguna razón solo la de visitarme y hacerme compañía era increíble.

Soy escritor y aun hoy no me alcanzan las palabras ni las frases, no me alcanzan los términos raros, ni los escritos mas cursis para describir cual fue la sensación que ella y solo ella produce hasta el día de hoy en mi. Saber que pronto la volvería a perder fue mas grande que la alegría que sentía cuando llego. No soy pesimista claro que no, soy un hombre realista que ama lo que no tiene y que desea lo que no puede, pero sin importar el grado de tristeza que me llenaba en ese momento solo pude observarle pues con tan solo mirarla cuestionaba la realidad del momento, parecía salida de uno de tantos sueños que tuve, sueños en los que su presencia era tan perfecta y su compañía tan sincera , que cuando despertaba solo el saber que era un maldito sueño me producía un vació en el corazón.
Tener lo que mas quieres a tu lado y saber que se va en un abrir y cerrar de ojos es la sensación mas horrenda que e podido sentir, sin embargo esto no era un sueño y sí, la tenia enfrente, la tenia para mi y solo para mi.

Pasaron así 8 días en los que me sentí en el Edén no hay mas términos ni descripción solo fue lo que viví. Escribir lo que en esos días paso no es lo importante, a mi y a ustedes lo que nos interesa es como de sorpresa llego y como de anticipo se fue.
Si bien su llegada fue emotiva, la partida le queda en pañales al Titanic, jamas había sentido tanta nostalgia por alguien ni siquiera en otras ocasiones por ella, considero que ni una película captaría ese sentimiento de inferioridad de miseria de pura y física soledad, maldigo el día cuando por razones que aun no comprendo tubo que irse a un lugar donde yo no podría morar, el destino le juega malas pasadas a todos, no se como los otros han podido sobrevivir.
En un bus corriente de la terminal solo pude verla marchar, no fue mencionada ni una sola palabra, pero las lagrimas hablaron por nosotros, esa noche llovió como el primer día en que llego, no sabia cuando la volvería a ver solo tenia la certeza de que la amaba y la amaba como ningún hombre a amado a una mujer, solo espero que ella lea estas lineas y sepa lo que por miedo no pude pronunciar, "TE AMO"

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